Obviamente con el acceso a tanta información en las redes, hay infinidad de testimonios, blogs, recursos que logran casi desinformarnos si no cuidamos las fuentes de nuestra búsqueda. Así que como mi naturaleza es curiosa y 'cuasi' desconfiada, llegar hasta aquí ha sido árduo trabajo de investigación, primero revisar los tipos de cirujías disponibles, conocer los beneficios pero también las consecuencias y posibles complicaciones. Una vez tomada la decisión, la pregunta más importante: Qué cirujano o Programa elegir. Esta parte no fué tan complicada porque aunque hay otros lugares que ofrecen estos procedimientos en Tijuana, algunos hasta les dan un tour por la ciudad después de la cirujía, pero escuché hablar del Dr. Ponce de León por primera vez a traves de un amigo en quien confío ampliamente por su capacidad de análisis y excelente sentido común, entre otras cualidades, y a quien con cariño le llamo 'El Jefe'.
Debo abrir un paréntesis para exhortarles a que en su vida se rodeen de personas confiables, íntegras, honestas, que inspiren en ustedes las ganas de ser mejores, de aprender y superarse. De igual forma, sean ustedes esas personas para quienes tengan cerca, una fuente de inspiración, ayuda y paz; cierro paréntesis.
Por motivos fuera de mi control y en plena pandemia sucediendo, el proceso de la cirujía tuvo que esperar un año, pero tal como en otras etapas de mi vida, nunca he quitado el dedo del renglón. Una vez más, mi paciencia fué puesta a prueba, esperar al tiempo propicio no siempre es sencillo, pero siempre ha sido la mejor decisión.
Bien, pues comencé al fin con la dieta pre-operatoria, he de confesar que esta parte ha sido la más pesada, incómoda y fuerte de sobrevivir, y solo se me impuso por 7 días, pero entiéndanme, he comido con singular alegría todos los dias de mi vida, mi apetito jamás se ha visto comprometido ni cuando tengo gripa. La dieta pre-operatoria fue solo proteinas por 5 dias y 2 de solo liquidos y yogurt. Sin embargo y para mi sorpresa, aprendí que el hambre y el antojo eran cosas diferentes, seguro tú lo sabes, pero en el mundo de una persona obesa no siempre se distingue la diferencia. En fin, al cuarto día de la dieta ya me había acostumbrado, no deliraba por comer algo más aunque disfruté enórmemente los dos dias de yogurt. Y como recompensa, solo esa semana ya había bajado 7 libras, aquí las cosas se empiezan a poner interesantes.
Debo confesar que me ví tentada a cancelar la cirujía y seguir solo dieta porque ví que bajaba de peso, pero desafortunadamente los niveles de azúcar en mi sangre seguian mas alto de lo normal, entre 240 y 260 (eso es mucho, si no mal entiendo lo normal debe ser alrededor de 90). Luego recordé que todo el propósito de la cirujía era eliminar las medicinas que he tomado ya por poco mas de un año y de ser posible detener y hasta dar reversa a la diabetes si es que eso es posible.
DIA DE LA CIRUJIA
Llegamos a Tijuana, nos hospedamos en un hotel muy cerquita del hospital y al día siguiente tempranito me realizaron los análisis pre-operatorios y todo salió bien, estaba yo lista para el quirófano. No entraré en detalles aunque valdría la pena porque para haber sido primeriza en esto de cirujías, creo que tengo más de una anécdota que compartir.
Recuerdo haber despertado en la sala de recuperación y pregunté: "¿apenas voy o ya me traen?", realmente no sentía nada.
Lo resumiré en pocas palabras, desde ese momento, hasta que me dieron de alta 48 horas después, no tuve ningún tipo de dolor o molestia. Como dije, después de haber escuchado la experiencia de otras personas, todas coincidían en el malestar del gas que les oprimía el pecho, las néuceas, la casi intolerancia del agua y mucho menos de alimentos. Pues no, para mi suerte y bendición nada de eso lo padecí.
Y dos días después, estaba ya camino a casa pensando que había sido un sueño largamente acariciado, y que había comenzado una jornada inagotable de esperanzas, con la diferencia que esta vez eran 'al fin' alcanzables. Lo mejor está por venir, siempre.